Jesús Hdez-Güero
La censura, el control informativo, la violencia, los regímenes autoritarios o el mercado. A Jesús Hdez-Güero(Cuba, 1983) le cautiva exhibir aquellas partes o fenómenos sociales y/o políticos que intentan enmascararse. Artista incómodo donde los haya, capaz de demoler las versiones oficiales de los entes con poder. De mensaje claro y directo, sin ambigüedades, pero eso no quita que no aporte un cierto halo poético necesario para perturbar (aún más) al espectador.
El bombardeo de imágenes y noticias que llegan a través de los medios de comunicación constituye su laboratorio de ideas, desde donde extrae la base de sus propuestas artísticas. Por ello, es habitual que su trabajo muestre lo que ocurre en ese mismo espacio temporal, habla del hoy. Es un artista de su tiempo que expresa lo acontecido en su época, parafraseando a Kandinsky. Y a partir de ahí, nace todo un proceso de pensamiento e investigación, buscando la manera perfecta para contar cada historia. De ahí la variedad de formatos artísticos que manipula: la instalación, el vídeo, la fotografía, la gráfica o el objeto. Mayormente hay una preocupación en mi trabajo por la información, el discurso histórico, político y social de la realidad, del contexto en el que me sitúo, los cuales son aspectos que influyen a la hora de qué materiales escoger y qué medio utilizar para realizar una propuesta. Los materiales son portadores de contenido, no sólo en su implementación en la obra, sino como material en sí mismo. *1
“Balas de papel” (2013-2015) o “Mil noticias y una performance” (2014) son dos ejemplos que legitiman esa preocupación por los males que rodean a los medios de comunicación. Con la primera pieza, el artista sitúa una pistola y un periódico enrollado en su cañón. Centra su discurso en cómo los medios son generadores de violencia e inseguridad y manipuladores según intereses políticos y/o económicos. La muerte intelectual del lector. En cuanto a “Mil noticias y una performance”, el artista se acomodó en la Galería Oficina #1 del Centro de Arte Contemporáneo “Los Galpones” de Venezuela y realizó una acción inspirada en la prensa para un único periodista, quien posteriormente publicó un artículo. Cada semana otro periodista escribía una nueva crónica pero partiendo de lo publicado por otros compañeros y así consecutivamente. Lo realmente interesante es que la censura fue el concepto base de todos los textos.
Hdez-Güero vive y trabaja a medio camino entre Cuba y Venezuela, y eso se ve reflejado en su trabajo, donde queda patente cómo se involucra con el nuevo territorio donde habita. Existen dos piezas que destacan, una de ellas es “Minutos de odio contra sí mismo” (2014-2015). En ella interviene a balazos la bandera venezolana sustituyendo así las estrellas por agujeros; es un intento por reflexionar y originar un debate en torno a la violencia, la identidad nacional o el patriotismo. Pero significativa, sin duda, es “Tener la culpa” (2013-2014), donde presenta nuevamente la bandera venezolana pero con su respectiva asta doblada y en el suelo. Un reflejo del país y de sus pilares, que han perdido cohesión y firmeza. La pieza fue creada especialmente para colocarla en Ciudad Banesco (complejo bancario) y aceptada por los directivos; de hecho recibió financiación para producirla. El día antes de su inauguración fue censurada por la propia Ciudad Banesco por temor a posibles amonestaciones por parte del Gobierno y para supuestamente cuidar su imagen, ya que a través de las redes sociales se había suscitado un gran revuelo. Lejos de plantarse, Jesús Hdez-Güero luchó por su obra y registró todo lo acontecido. Si la organización hubiese sido un poco inteligente, habría sabido que la censura es uno de los puntos que más trabaja el artista. En sí misma la obra se convirtió en una inesperada performance que atestigua de primera mano el poder de la censura.
Mensaje incendiario que busca la reflexión (y la agitación) en el espectador. Necesario.
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Texto publicado en la Revista digital XTRart.es